miércoles, 27 de mayo de 2009

Louise Dahl-Wolfe, fotógrafa estadounidense:

MODA CONTEMPORÁNEA CON LENTE DE MUJER

Una de las preguntas existenciales de la fotografía de moda es por qué tan pocas mujeres se dedican a ella. ¿Será que el mundo de la moda es en su esencia un oficio machista?, ¿será que las modelos piensan que una mujer hará mayor hincapié en sus defectos? Nadie lo sabe a ciencia cierta. Pero lo que si se sabe es que existen y dan que hablar o, en este caso, que observar. Louise Dahl-Wolfe es una de ellas, y una de las grandes.

Por Natalia Sánchez Mella

Es poco el reconocimiento que su nombre produce en comparación con el legado que dejó. Dahl-Wolf fue una de las pioneras en la fotografía de moda contemporánea y muy innovadora en sus técnicas. Las primeras experimentaciones con luz natural y la incorporación de ambientes -al aire libre y en lugares lejanos- en la fotografía publicitaria son de su autoría, incluso se le reconoce como la gestora de la moda “medioambiental”.

SU ORIGEN

Emma Louise Dahl nació en San Francisco en 1895, dentro de una familia de padres noruegos que habían migrado a los Estados Unidos. A los 19 años comenzó sus estudios de arte -pintura, dibujo gráfico- en California en la Escuela de Bellas Artes (actualmente el San Francisco Art Institute), durante seis años. Además en 1923 Louise estudió diseño, decoración y arquitectura en la Universidad de Columbia, Nueva York.

En una época donde las oportunidades para la mujer eran escasas (Estados Unidos aprueba el
sufragio femenino recién en 1920), que Louise pudiera acceder a carreras universitarias habla de un origen acomodado, por decirlo menos. Así, Dahl se desempeña como diseñadora y decoradora varios años antes de dedicarse a la fotografía que la lanzaría a la fama.

A sus 33 años de edad, en 1928, Louise conoce al escultor Mike Meyer Wolf y se casa con él en San Francisco. De su marido Dahl-Wolfe no sólo adoptó el apellido, sino que es también el responsable, en gran medida, de muchas de las escenografías inmortalizadas por el lente de su esposa.

SU FOTOGRAFÍA

Como tantos del oficio en esa época, Louise comenzó a incursionar en la fotografía tras las críticas de su desempeño como pintora. Sus profesores acusaban su trabajo de frívolo. Sus primeros encuentros con el lente datan de 1926, sin embargo, es en la década del 30 cuando se consolida como fotógrafa profesional y destaca sobremanera su trabajo en la revista Harper’s Bazaar, junto a la editora de moda Diana Vreeland.

Desde 1936 y hasta 1958 su trabajo estuvo vinculado a la mencionada revista Harper’s Bazaar. Allí publicó alrededor de 86 portadas, más de 600 fotografías en color y miles de fotografías en blanco y negro. Su particular estilo modernista marca en absoluto las décadas del 30’ al 60’. Dahl-Wolfe fue pionera en el uso de iluminación natural en la fotografía de moda, y precursora de la fotografía de lugar en el mismo ítem. Sus locaciones comprenden distintas partes del hemisferio norte, como a su vez lugares exóticos de África y América del sur.

El basto conocimiento de la historia del arte, adquirido en sus años de estudio, derivaron en una sorprendente creatividad, donde a menudo contrapone moldeados cuerpos humanos con pinturas o esculturas famosas. Siempre destaca en su fotografía el contraste de colores respecto a la modelo, el decorado y el traje.

Sin embargo, Louise prefería los retratos por sobre la fotografía de moda que la inmortalizó. Para la misma revista Harper’s realizó innumerables retratos a personajes de la época. Entre ellos se encuentra el cineasta Orson Wells (1938), la escritora Carson McCullers (1940), el diseñador Christian Dior (1946), el fotógrafo Cecil Beaton (1950), y el periodista Edward R. Murrow (1953). También se le atribuye a Dahl-Wolfe el descubrimiento de la actriz Lauren Bacall, quien realizaría con ella sus primeros trabajos como modelo antes de triunfar en la industria Hollywoodense.




LOUISE DAHL-WOLFE PARA LA POSTERIDAD

Tras su paso por Harper’s y hasta su jubilación en el año 1960, Dahl-Wolfe se desempeñó como fotógrafa independiente para las revistas Vogue, Sports Illustrated, y otras publicaciones periódicas. Su legado en estilo se aprecia en las influencias posteriores que se observan en fotógrafos como Horst, Richard Avedon e Irving Penn. Louise vivió muchos de sus últimos años en Tennessee, pero murió en Nueva Jersey de una neumonía en 1989.

Su nombre figura entre las grandes fotógrafas y también entre las pioneras artistas estadounidenses. Sus obras se muestran en infinidad de exposiciones itinerantes y se encuentran, a su vez, de manera permanente en el Museo Nacional de Mujeres en las Artes de Washington, y en diversos museos de arte y fotografía contemporánea de ese país, como a su vez se pueden apreciar algunas de sus colecciones en distintas galerías de Internet.

Y como no todos podemos viajar a aquellos célebres museos en Estados Unidos, la obra de Louise Dahl-Wolfe se encuentra reunida en un maravilloso libro titulado Louise Dahl-Wolfe : A Photographer’s Scrapbook, publicado en 1984.

Dahl-Wolf pensaba que la fotografía es un arte de la luz, que la cámara realmente podía pintar con la luz. Los reflectores con luces y lo que reflejan permite controlar la calidad de las formas y construir, poniendo de manifiesto una composición. Es precisamente allí donde está su mayor legado en la fotografía de moda hasta nuestros días, donde la composición es en sí misma belleza y elegancia.


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